La Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas (ANAP) ha elaborado, con la colaboración del Comité de representantes de personas con discapacidad de Navarra (Cormin), un manual de buenas prácticas que recoge una serie de consejos para interactuar con las personas con discapacidad.
El objetivo de esta iniciativa, según ha informado en una nota el Gobierno de Navarra, es ofrecer a la ciudadanía un conjunto de recomendaciones que faciliten el acceso de las personas con discapacidad sensorial, motora, intelectual o con enfermedad mental a determinados entornos, bienes o servicios que deben de estar también a su disposición. De este modo, la ANAP pretender garantizar la participación de estos ciudadanos en igualdad de condiciones que el resto.
Como consejos generales, la ANAP pide que se preste una especial atención a la persona y no a su discapacidad; que se hable directamente con ella y no con su acompañante; y que se trate a los adultos como adultos.
En concreto, respecto a las personas con discapacidad intelectual o con trastornos del desarrollo, la Agencia Navarra para la Autonomía de las Personas recomienda dirigirse a ellas de acuerdo a su edad cronológica, evitando infantilizar el lenguaje si no es un niño y mostrando respeto ante sus opiniones. Para ello, es conveniente emplear frases cortas, claras y sencillas.
La ANAP también ha indicado que es aconsejable reducir en las conversaciones la estimulación sensorial, las interrupciones y dar una mayor importancia a la comunicación no verbal como gestos, sonrisas o miradas.
Este manual de buenas prácticas también recoge pautas específicas en cuanto a las personas con discapacidad visual. De este modo, la ANAP recomienda hablarles mirando a la cara y dirigirse directamente a ellas y no a su acompañante. Asimismo, entre otras recomendaciones, pide sustituir durante las conversaciones términos como «aquí», «allí», «esto» o «aquello» por otros más orientativos como «a tu izquierda» o «detrás de ti».
En cuanto a las personas sordas o hipoacúsicas, la ANAP recomienda facilitarles ayudas que complementen, aumenten o supongan una alternativa al lenguaje verbal. Para ello, es conveniente evitar hablarles sin que nos miren, avisarles cuando queramos conversar con ellas y vocalizar bien, sin exagerar ni elevar el volumen de voz.
La ANAP también aconseja hablar a las personas con discapacidad auditiva de frente, con la cara bien iluminada y de cerca, para facilitarles la lectura de los labios.
Discapacidad física
Según la ANAP, las personas con discapacidad motora presentan una alteración en la marcha y suelen requerir ayuda para su desplazamiento, su capacidad manipulativa o circunstancias propias de su autocuidado.
Por este motivo, recomienda poner las cosas a su alcance y colaborar en sus desplazamientos en silla de ruedas una vez lo hayan solicitado. En este último caso, para subir un escalón será necesario poner de frente a ellas la silla, de manera que se eleven primero las ruedas delanteras y luego las traseras. Para bajar el escalón es conveniente colocar la silla de espaldas, de manera que bajen primero las ruedas traseras. En el caso de una rampa, la silla de ruedas deberá estar de frente a ella cuando se vaya a subir, mientras que para bajar irá de espaldas a la rampa.
En cuanto a situaciones relacionadas con la manipulación de determinados objetos o prendas es aconsejable respetar la iniciativa y el ritmo de las personas con discapacidad, sin interferir.
Finalmente, en cuanto a las personas con enfermedad mental la ANAP recomienda tratarlas de igual a igual, de forma natural y con respeto y discreción. En este sentido, tampoco es aconsejable dirigirse a ellas de acuerdo a su edad cronológica, evitando infantilizar nuestro lenguaje si no es un niño y mostrando respeto ante sus opiniones.