Según la Base de Datos Estatal de las Personas con Discapacidad, 1.450.800 personas de edades comprendidas entre los 16 y los 64 años y residentes en hogares familiares tenía certificado de discapacidad en 2012. Esta cifra representa el 4,8% de la población española en edad laboral y un incremento del 15% respecto a 2011.
El 36,6% de las personas con discapacidad legalmente reconocida eran activos en 2012. Esta tasa de actividad era 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad (77,0%). La tasa de paro para el colectivo fue del 33,1% en 2012, 8,1 puntos superior a la de la población sin discapacidad, tal y como informa el Observatorio Estatal de la Discapacidad.
La tasa de empleo de las personas con certificado de discapacidad era del 24,5%. El 88,0% de los ocupados eran asalariados y, de éstos, el 78,3% tenía contrato indefinido. Uno de cada 4 ocupados con discapacidad que trabajaban en centros ordinarios contaba con alguna deducción en las contribuciones a la Seguridad Social y también uno de cada cuatro tenía un contrato específico de discapacidad.
El Empleo de las Personas con Discapacidad utiliza la información derivada de una integración de los datos estadísticos proporcionados por la Encuesta de Población Activa (EPA) con los administrativos registrados en la Base de Datos Estatal de Personas con Discapacidad (BEPD). Incorpora además datos sobre medidas de fomento del empleo procedentes de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), información sobre percepción de prestaciones procedente del Registro de Prestaciones Sociales Públicas del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y datos sobre dependencia del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Todos los resultados se refieren a la población de edades comprendidas entre 16 y 64 años.
CARACTERÍSTICAS DE LAS POBLACIÓN ACTIVA CON DISCAPACIDAD
En 2012 había un total de 1.450.800 personas con certificado de discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), lo que supuso el 4,8% de la población total en edad laboral.
En los apartados siguientes de esta nota de prensa se analiza la situación laboral del colectivo de personas con discapacidad que participa en el mercado de trabajo (activos), comparándola con la del resto de la población. Dado que en esta comparación pueden incidir, además de la discapacidad, otras características personales, se ofrece en primer lugar una panorámica de dichas características de los activos con y sin discapacidad.
En la población activa con discapacidad se observa mayor porcentaje de hombres, más peso de los grupos de 45 a 64 años y menos representación de las personas con estudios superiores que en la población activa sin discapacidad. Esto último puede determinar alguna diferencia en la situación laboral, especialmente en la tasa de paro, entre ambas poblaciones.
Pasando al primer componente de los activos con discapacidad, la población ocupada, se observan en ella similares características en cuanto al sexo, la edad y el nivel educativo que las señaladas para los activos. La distribución según antigüedad en el empleo de los ocupados con discapacidad es muy similar a la que presenta el resto de los ocupados, con la particularidad de ser ligeramente superior el porcentaje de ocupados en el tramo de ‘tres y más años’ en detrimento del resto de intervalos de duración del contrato.
En cuanto a las ramas de actividad, los ocupados con discapacidad tienen más representación en ‘Actividades sanitarias y de servicios sociales’, ‘Actividades administrativas y servicios auxiliares’, ‘Administración Pública y Defensa, Seguridad Social obligatoria’ y en ‘Industrias extractivas y manufactureras’.
El porcentaje de asalariados con discapacidad en las empresas de 50 o más trabajadores del sector privado es del 2,0%, porcentaje en el que están incluidas las entidades especializadas en la inclusión social de las personas con discapacidad.
Finalmente, en la población con discapacidad en paro hay, respecto a los parados sin discapacidad, mayor porcentaje de hombres y de personas de 25 y más años (notablemente superior en los grupos de 45 a 64 años), a la vez que menor representación de parados con estudios superiores y mayor de desempleados con estudios primarios.
TASAS DE ACTIVIDAD, EMPLEO Y PARO
Desde el punto de vista del mercado de trabajo, lo más destacable del colectivo de personas con discapacidad es su baja participación, con 531.600 personas activas y una tasa de actividad del 36,6% en 2012, 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad (77%). Esta tasa apenas ha variado a lo largo del periodo 2009-2012.
El número de personas con discapacidad ocupadas en 2012 era de 355.500 La tasa de empleo era del 24,5%, más de 30 puntos inferior a la medida para las personas sin discapacidad.
La tasa de empleo ha descendido en los cuatro años analizados, tendencia similar a la experimentada por la población sin discapacidad.
El número de personas con discapacidad en paro en el año 2012 fue de 176.100. La tasa de paro para este colectivo superó en 6,2 puntos a la de la población sin discapacidad.
La evolución a lo largo del periodo 2009-2012 muestra un aumento de dicha tasa, más notorio en el último año y superior al experimentado por la tasa de paro de las personas sin discapacidad.
Discapacidad y mercado laboral según sexo
En 2012 había 207.000 hombres con discapacidad ocupados (el 58,2% de los ocupados con discapacidad total), frente a 148.500 mujeres (el 41,8%).
Al igual que sucede para la población general, las mujeres con certificado de discapacidad tenían menos presencia activa en el mercado laboral. No obstante, su tasa de actividad estaba más próxima a la masculina que en la población sin discapacidad (33,5% frente a 39,2%).
La tasa de empleo de los varones con certificado de discapacidad superó en 3,27 puntos a la de las mujeres. Para el resto de la población de 16 a 64 años la diferencia fue de 10,3 puntos.
Por su parte, la tasa de paro de las mujeres con certificado de discapacidad en 2012 (32,9%) era inferior a la de los hombres (33,3%). Para las mujeres sin discapacidad resultó superior. No obstante, las diferencias entre las tasas de desempleo de las mujeres y hombres resultan mínimas en ambos colectivos (0,4 en el caso de personas con discapacidad y -0,7 para el resto).
La evolución respecto al año 2011 de las tasas de empleo fue negativa, tanto para los hombres (- 2,9 puntos inferior al año anterior) como para las mujeres con discapacidad, (-1,4 puntos menos que el año anterior) y fue similar a la variación experimentada en las poblaciones masculina y femenina sin discapacidad.
Por otro lado, las tasas de paro crecieron respecto al año previo, tanto para los hombres con discapacidad (6,8 puntos más que el año 2012) como para las mujeres (5,3 puntos más que en 2012). El desempleo aumentó en mayor medida para el colectivo de personas con discapacidad que para el resto, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres.
Discapacidad y mercado laboral según edad
La edad repercute considerablemente en la brecha de participación existente en el mercado de trabajo entre la población de personas con discapacidad y el resto, que se manifiesta en una mayor incidencia del desempleo sobre la población más joven y de la inactividad en el grupo de mayor edad.
Respecto a 2011 destaca la caída en la actividad registrada por los jóvenes con discapacidad (7,3 puntos menos). Además, en todos los grupos de edad el desempleo aumentó con mayor intensidad en el colectivo de personas con discapacidad de lo que lo hizo para la población general.
TIPOLOGÍA DE LA DISCAPACIDAD
La participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad. La tasa de actividad asociada al grado de discapacidad de menor intensidad (el inferior al 45%) se situó en el 54,1%. Según aumenta la intensidad de la discapacidad (hasta grado mayor o igual al 75%), la tasa de actividad disminuye hasta el 13,3%. Respecto al año 2011, decrece la actividad en los grupos de grado de discapacidad superior al 45%, siendo mayor el decrecimiento cuanto mayor es la intensidad de la discapacidad.
Por otro lado, las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (57,4%). En el extremo opuesto, la deficiencia trastorno mental registró las menores (27,1%). En cuanto a la evolución de la actividad respecto al año 2011, destacaron los incrementos en las tasas de actividad de los grupos asociados a deficiencias auditivas, del sistema neuromuscular y del sistema cardiovascular, inmunológico y respiratorio. El descenso de la actividad destacó en los grupos de discapacidad asociada a deficiencia visual y otros.
OCUPACIÓN Y DISCAPACIDAD
Respecto a su perfil laboral, la mayoría de los trabajadores con discapacidad son asalariados, tienen contrato indefinido, jornada completa y desempeñan su actividad en el sector servicios.
Así, el 88,0% de las personas con discapacidad que trabajó en 2012 lo hizo como asalariado
(5,3 puntos más que las personas sin discapacidad) y el 78,3% de ellos tenía contrato indefinido (2 puntos más que para la población sin discapacidad).
El 82,4% de los ocupados con discapacidad trabajaba a jornada completa (3 puntos menos que las personas sin discapacidad).
El 80,5% de los ocupados con discapacidad desempeñó su actividad en el sector Servicios, frente al 74,8% de quienes no tenían discapacidad.
MEDIDAS PARA INCENTIVAR LA PARTICIPACIÓN
Entre las políticas destinadas a fomentar la actividad laboral del colectivo están las que favorecen su inserción en el empleo ordinario. Entre ellas cabe destacar las reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización, tanto para trabajadores asalariados como por cuenta propia y, en el caso de los trabajadores asalariados, la modalidad de contratación específica para trabajadores con discapacidad que, además de conllevar bonificaciones en las cuotas de cotización a la Seguridad Social, contempla determinadas subvenciones.
Durante 2012, el 25% de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social tenía algún tipo de deducción en las cotizaciones. Estas deducciones, tuvieron mayor efecto sobre los asalariados que sobre los trabajadores por cuenta propia.
En el año 2012 el 24,9% de los asalariados con discapacidad tenía la modalidad de contrato específico de discapacidad.
Las deducciones en las cuotas de cotización y la contratación específica benefician sobre todo a la población masculina, al grupo de edad de 25 a 44 años, al grupo de discapacidad asociada a deficiencia intelectual y a las personas con grado de discapacidad de mayor intensidad.
Protección de la discapacidad y actividad
Las Prestaciones Sociales Públicas son pensiones y subsidios abonados con cargo a recursos de carácter público y cuya finalidad es cubrir situaciones de incapacidad, jubilación, muerte y supervivencia, protección familiar, desempleo para personas mayores de 52 años, y otras mejoras estatutarias y prestaciones complementarias. Por ello, suponen una importante herramienta de apoyo para la situación de discapacidad.
De cada 100 personas en edad laboral, nueve percibieron una prestación en el año 2012. En el caso específico de las personas con discapacidad el sistema público de prestaciones benefició a 788.400 (54 de cada 100). De ellas, un 18,6% (146.400 personas) eran activas.
Entre las personas con discapacidad perceptoras de prestaciones, el 83% (656.700) recibió la prestación debido a una incapacidad laboral. Por su parte, el 3,4% (26.800) de las personas con discapacidad que percibieron alguna prestación lo hicieron exclusivamente en términos no contributivos, es decir, sin haber cotizado previamente por ellas.
Otra medida de protección del colectivo de las personas con discapacidad lo constituye el reconocimiento de la Situación de Dependencia, tras la aprobación de la Ley 39/2006 de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia.
En 2012, el 17,1% de las personas con discapacidad (248.400) tenía también reconocida oficialmente la situación de dependencia. De estas, 22.400 (un 9,1% de las personas con discapacidad dependientes) permanecieron laboralmente activas.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
Las comunidades que presentaron las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de las personas con discapacidad en el año 2012 fueron las Islas Baleares (48,6%) y Región de Murcia (43,1%). Dicha tasa también fue elevada en el País Vasco ( 42,3%) y la Comunidad Foral de Navarra (42,2%).
Por su parte, las menores tasas de actividad se registraron en Canarias (con un 29,6%) y Asturias (31,6%).
Fuente: Solidaridad Digital