Un total de 1.182 personas con discapacidad se establecieron como trabajadores autónomos en el primer semestre de 2013, según datos oficiales facilitados por el ministerio de Empleo y Seguridad Social al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, Cermi.
A fecha de 30 de junio de 2013, la cifra total de estos trabajadores acogidos al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social alcanzó las 15.791 personas, frente a la de 14.609 con que se cerró el año 2012. Esto supone un incremento de un 9,2% en este primer semestre de 2013, tal y como informa ‘lawyerpress.com’.
Aunque las cifras absolutas, en relación con el total de trabajadores autónomos, son todavía muy modestas, se aprecia un incremento sostenido y notable en el número de personas con discapacidad que optan por el autoempleo como forma de acceder a una ocupación y al desarrollo de una actividad económica por cuenta propia.
Solo en estos cinco meses primeros del 2013 ha crecido un 6,7 por cien, respecto al mismo periodo del año anterior. Es curioso que en lo más duro de la crisis ha habido este crecimiento, lo que indica que es posible seamos el único sector con crecimiento en empleo”. En este contexto de crisis, el Cermi apela a los poderes públicos para que refuercen el marco de incentivos y apoyos existente para los trabajadores con discapacidad que deciden establecerse como autónomos, de modo que cada vez más personas con discapacidad logren por sus propios medios la plena inclusión laboral.
MANUAL DE NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Asimismo, el Cermi ha elaborado un manual de negociación colectiva inclusiva en materia de discapacidad, para proporcionar a los agentes sociales una herramienta para incorporar la discapacidad en todos los ámbitos de la empresa que dependen de la concertación social.
Según informó la entidad, con este manual, sin precedentes en España, pretende ayudar a extender la cultura de la inclusión de la discapacidad en las áreas sobre las que se proyecta el contenido de los convenios colectivos que negocian los agentes sociales, como condiciones laborales, cuotas de reserva, no discriminación e igualdad de oportunidades, accesibilidad del entorno laboral, planes de igualdad, protección social, apoyo a las familias de los trabajadores con miembros con discapacidad, entre otras.
El Cermi considera que a pesar de los avances experimentados en los últimos años, la negociación colectiva no ha asumido en toda su extensión la dimensión inclusiva de la discapacidad en la empresa, por lo que las partes, sindicatos y empresarios, que llevan a cabo la concertación social deben disponer de materiales prácticos que les orienten y sirvan de guía para lograr estos objetivos.