No se trata de Responsabilidad Social Corporativa. Esto es parte del valor y negocio central de la empresa.
No es noticia que las personas con discapacidad se enfrentan a mayores tasas de desempleo, más obstáculos para encontrar un trabajo, y pocos contratistas que piensen en un candidato con discapacidad para cubrir un puesto vacante. Sin embargo, las empresas a su vez reclaman más trabajadores con las habilidades y conocimientos que precisan para su negocio. Dada esta realidad, el gobierno americano creó la iniciativa “Un mejor balance financiero: contratando a personas con discapacidad” (2012-2013), dirigida a los gobernadores de los diferentes estados para guiarlos en su diálogo con las empresas.
El objetivo de esta iniciativa es triple: 1) educar tanto al sector público como privado sobre las formas de incluir a personas con discapacidad en el ámbito laboral y los beneficios que ello conlleva; 2) apoyar a los gobernadores estatales a asociarse con las empresas para crear nuevos proyectos de integración laboral de personas con discapacidad y 3) crear asociaciones público-privadas para que dichas iniciativas produzcan resultados en forma de nuevas oportunidades laborales para las personas con discapacidad (tanto física como intelectual). En definitiva, trata de dar solución a la escasez de buenos candidatos para las empresas preparando y buscando en un público antes no considerado: las personas con discapacidad.
Algunas de las razones por las que esta nueva perspectiva es importante para las empresas, para sus resultados de negocio, son las siguientes:
Los consumidores y clientes son cada vez más diversos, y entre ellos se encuentran las personas con discapacidad, las cuales, según estimaciones, van a duplicarse en Estados Unidos en los próximos 20 años. Para saber cómo atender las necesidades de estos clientes y consumidores, las empresas deben contratar una plantilla que refleje la diversidad de su público objetivo.
Las nuevas tecnologías hacen que cada vez sea más fácil y barato adaptar el entorno y funciones laborales a las capacidades y necesidades de los empleados, pudiendo así éstos aportar sus habilidades y conocimiento a la empresa.
El documento propone 5 áreas de trabajo para los gobernadores estatales para avanzar en la creación de oportunidades de trabajo para personas con discapacidad:
Incluir el empleo de personas con discapacidad en sus estrategias estatales de desarrollo laboral;
Apoyar a las empresas en sus esfuerzos para emplear a personas con discapacidad;
Incrementar el número de personas con discapacidad trabajando en el gobierno estatal;
Preparar a los jóvenes con discapacidad en las habilidades demandadas por las empresas;
Usar de la forma más eficiente y efectiva los recursos públicos limitados para crear oportunidades laborales para personas con discapacidad.
Todo el documento es de merecida lectura. Como puntos a destacar mencionaría la importancia de ponerse objetivos medibles, y de hecho, medir resultados. Como dicen, lo que se mide, se hace “what gets measured gets done”. Si no sabemos de dónde partimos ni cuál es la meta a la que se quiere llegar, ni se ponen ni utilizan herramientas para medir si se está recorriendo el camino correcto (monitoreo), no se sabrá si la iniciativa es útil (evaluación).
Otro punto fundamental a destacar es que no se trata de responsabilidad social corporativa. Se trata de valor para la empresa, para su negocio central. Al dialogar con el sector privado hay que hablarle con el lenguaje que entiende, y llevar la lección aprendida de cómo puede beneficiar a los resultados de la empresa el contratar a profesionales con discapacidad, y adelantarse a las dudas que van a surgir, tales como el coste que esto le puede suponer a la empresa, qué supone contratar a una persona con discapacidad, dónde pueden encontrar a los trabajadores que necesitan, entre otros. No hay que olvidar que son las pequeñas y medianas empresas las que crean la mayor parte de empleo, por lo tanto también se les incluye en esta iniciativa, reconociendo que pueden necesitar otro tipo de ayudas.
Finalmente, el documento reconoce (aunque muy por encima) que hay otros elementos que repercuten sobre la empleabilidad de las personas con discapacidad: desde la facilidad del transporte al lugar de trabajo, y que sea un transporte adaptado; a asuntos de seguros médicos, apoyo profesional laboral, y acceso y calidad de la educación. Por tanto la inclusión laboral de las personas con discapacidad requiere del trabajo y coordinación de varios ministerios, departamentos públicos, sector privado, centros educativos, y tantas otras entidades indispensables. Aún así, reconocer el papel fundamental que tienen las empresas y el gobierno, y la necesidad de trabajar y colaborar entre ellos, es un paso vital en la buena dirección.
Documento original completo:
Fuente: FEAPS Madrid