Las perspectivas de financiación sostenible en el tercer sector social se dibujan llenas de dificultades a corto plazo, tras una caída de ingresos en el sector desde 2010, año en que empezó a sufrir las consecuencias de la crisis, y no volverá a dichos niveles hasta, como mínimo, 2017, según se desglosa del informe ‘La reacción del Tercer Sector Social al entorno de crisis’.
El estudio, elaborado por la Fundación La Caixa en colaboración con ESADE y PwC, prevé unan contención de la financiación pública a corto plazo y recomienda al sector orientarse en un futuro próximo a la inversión privada, a pesar de que, en la actualidad, la financiación de las organizaciones sin ánimo de lucro, dependa en exceso de las subvenciones de las administraciones públicas.
Al respecto, el director del Instituto de Innovación Social de ESADE, Ignasi Carreras, ha detallado que entre 2014 y 2017, el sector va a tener un «crecimiento prácticamente plano de ingresos», después de que el total de financiación del Tercer Sector Social haya decrecido un 17 por ciento entre 2010 y 2012 pasando de unos ingresos de 9.530 millones de euros a 7.400, lo que supone una reducción del 23 por ciento. «El nivel de ingresos que tenían las ONG no prevemos que se pueda recuperar ni en el medio ni en el largo plazo», ha apostillado Carreras.
Paralelamente al decrecimiento de los ingresos, el número de personas en riesgo de pobreza ha aumentado en un millón durante el último año, llegando a un total de 13 millones en todo el país, según desprende el estudio, que incluye la realización de entrevistas con las principales entidades del sector, múltiples cuestionarios online y panel de expertos, y que ha contado con una «alta participación» de entidades sociales, según ha precisado Albert Soria, subdirector general de la Fundación La Caixa.
Por ese motivo, han puesto el foco de interés en la necesidad de que, por un lado, las ONGs apuesten por identificar oportunidades del sector para mejorar en el actual entorno de crisis; y, por otro, fijen un modelo de financiación que les permita tener continuidad y conseguir resultados. En ese sentido, Carreras, también vicepresidente de Intermon Oxfam, ha precisado que las ONG pequeñas son las que más están sufriendo las consecuencias de la crisis económica, motivo por el cual, recomienda la especialización de las mismas y una clara orientación al cambio.
«La recuperación del tercer sector viene por conseguir que la sociedad española, ciudadanos y empresas den un paso al frente y asuman los retos sociales y medioambientales. El tercer sector se muestra pesimista sobre las subvenciones públicas: el 78 por ciento de estas entidades consultadas se muestran pesimistas» sobre la actual situación», ha indicado Carreras.
Así las cosas, pesar de la disminución de la cuota media aportada por los socios de estas entidades, y que cuenta con alrededor de tres millones y medio en todo el sector, su aportación supone un 20 por ciento de la financiación privada. El actual entorno de crisis ha contribuido a aumentar la sensibilización de la sociedad; sin embargo, España sigue estando mal posicionada en población donante en comparación con el marco europeo.
«SERÍA BUENO QUE MONTORO CONOCIERA LA REALIDAD»
Carreras ha aprovechado la coyuntura para pedirle al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que «deje un poco los despachos» y conozca «la realidad del país», en respuesta a unas declaraciones hechas por el ministro del ramo quien calificó de «falta de rigor» unas estadísticas publicadas por Intermón Oxfam y en las que se informaba de que los 20 españoles más ricos acumulan la misma renta que el 20 por ciento de la población más pobre.
«Lo que vemos es que cuando las ONG plantean cifras pueden ser incomodas para los gobiernos. Cuando éstos escuchan se pueden plantear acciones para cambiar, pero cuando quieren desacreditar la fuente, no llegan ni a escuchar lo que está pasando, con lo cual es muy difícil que puedan hacer políticas adecuadas para que las cosas puedan cambiar», ha espetado Carreras quien ha agregado que «la realidad» de la situación no sólo está patente en las estadísticas sino en la gente que vive en la pobreza, a quienes ha pedido que escuchen.
«CAMBIO ESTRUCTURAL»
El informe revela que se mantiene una alta participación de voluntarios -un total de 63 por ciento de plantilla-, pese a que entre un 20 y un 30 por ciento de entidades del tercer sector han pasado a ser inactivas o se han extinguido, motivo por el cual también ha caído en un 10 por ciento el monto total de trabajadores en el ramo. Carreras ha alertado de que, los efectos de estas cifras, se notarán más a largo y medio plazo en tanto se trata de organizaciones que trabajan en elementos de prevención y asistencia y sus efectos se vislumbran más en un futuro cercano que en el presente.
Por todo ello Antonio Martínez, socio de Estrategia y Operaciones de PwC, ha declarado que para hacer frente al deterioro progresivo del sector, éste debe tener en cuenta que ha «habido un cambio estructural». «Esta reconversión desde la captación de fondos públicos hacia un modelo distinto de relación con el sector privado es fundamental para transitar en el período», ha apostillado Martínez. En relación con ello Carreras ha apostado porque las ONG estrechen lazos con empresas cercanas al tipo de actividad que desarrollan.
Fuente: Europa Press