FEAPS Madrid y la Fundación Wolters Kluwer, presentan la ‘Guía del derecho al voto para personas con discapacidad intelectual’ en lectura fácil, un documento que pretende acercar hasta las urnas a los miembros de este colectivo.
La guía cuenta con el apoyo de la Consejería de Presidencia, Justicia y Portavocía de la Comunidad de Madrid, que quiere ayudar a «dar voz a las personas que tienen derecho a elegir», según afirmó en el acto su titular, Salvador Victoria.
El consejero señaló que lo que quiere esta «magnífica guía» es precisamente eso, «dar voz a las personas que tienen derecho a elegir» y no siempre pueden hacerlo.
En este sentido, Victoria recordó que un estudio de la Asociación Española de Fundaciones Tutelares revela que el 52% de personas con discapacidad de las más de 1.800 que participaron en el trabajo se habían visto privadas del derecho al voto.
A este respecto, tanto Rosalinda Díaz, presidenta de la Fundación Walters Kluwer, como Mariano Casado, presidente de Feaps Madrid, recordaron que según las últimas cifras facilitadas por la Junta Electoral Central, en España hay 80.000 personas que carecen del derecho al voto por tener discapacidad intelectual, mental o deterioro cognitivo, algo que confiaron en que cambie en la próxima legislatura.
FALTA DE INFORMACIÓN
Y a este dato hay que añadir, prosiguieron, el número de personas a las que teniendo derecho a votor les resulta difícil hacerlo por no contar con la información oportuna.
Para ellas nace esta guía, «esencial» a la hora de dar apoyo electoral a los ciudadanos con discapacidad intelectual, según Díaz, y «trascendente» para Casado, que recordó que la lectura fácil es muchas veces útil para más personas de las que se piensa.
Pese a ello, denunció Adela Palazuelos, ciudadana con discapacidad intelectual, hay «pocos documentos» adaptados a lectura fácil, aunque todas las personas tengan derecho a la información.
En esta línea, Palazuelos pidió a los partidos políticos que presenten sus programas electorales también en lectura fácil, algo que el propio Salvador Victoria consideró «muy complicado».
Fuente: Solidaridad Digital