El rector de la UNED, Alejandro Tiana, ha asegurado que en la actualidad el reto en el ámbito de la educación inclusiva, más allá de las barreras arquitectónicas, es cómo hacer accesibles las plataformas de aprendizaje, la realización de exámenes, o las prácticas curriculares.
Así lo afirma en una entrevista publicada en el periódico ‘cermi.es semanal’, órgano de expresión del Comité Español de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).
Respecto a la educación inclusiva, Tiana explica que la Lonce incorpora algunos cambios de cierta importancia en ese tema, como es una concepción de que cada persona tiene sus talentos y los tiene que desarrollar. Y, por otro lado, se refiere al modo de desarrollarlo, que, dice, “parece que es encauzarles por vías distintas, y por vías, divergentes entre sí, a partir de un momento más temprano que lo que venía siendo hasta ahora”.
En su opinión, “ese es un riesgo para la educación inclusiva, porque es fácil decir que determinadas personas tienen determinadas dificultades y no van a poder desarrollarse del mismo modo y, por tanto, tenemos que buscarles otra salida”. “Y eso, que en algunos casos es así, en otros puede rebajar las expectativas, y rebajar las expectativas es el mejor modo de no conseguirlo”, asegura.
Para Tiana, “el problema es que no siempre el medio universitario ha sido tan facilitador del acceso y de la transición como debiera haberlo sido” y explica que las primeras dificultades de accesibilidad que se plantearon eran casi físicas, pero la UNED “se dio cuenta de que eso no bastaba sino que era necesario hacer otro tipo de accesibilidad”. En la actualidad, señala, “cuando hablamos de accesibilidad ya no pensamos solo en barreras arquitectónicas, sino en cómo hacer accesibles las plataformas de aprendizaje, la realización de exámenes, las prácticas curriculares”.
El rector de la UNED también se refiere a la creación de Unidis (Centro de atención a universitarios con discapacidad) que supuso una nueva etapa en la UNED y asegura que mediante este sistema están registrados los estudiantes que han declarado la discapacidad y se les presta servicios y Unidis les sigue a lo largo de toda su trayectoria. Este curso académico, explica, hay más de 9.000 estudiantes con discapacidad.
En este sentido, afirma que una parte muy importante de los recursos de Unidis es la que se dedican a los procesos de adaptación, ya sea de exámenes, o de materiales, entre otros.
Esto, afirma, “requiere un trabajo muy intensivo en mano de obra, es laborioso, son recursos de trabajo; y últimamente se requieren muchos recursos más de tipo económico en lo que es toda la accesibilidad de las TIC. Algunas modificaciones para conseguir la accesibilidad son muy costosas”.
En esta línea, subraya que en estos últimos años, en tres años, ha caído la financiación pública de la UNED del orden de un 20%, sobre una cantidad ya pequeña, porque, puntualiza, “la UNED recibe más dinero de las matrículas de los estudiantes que lo que recibe del Estado o del Ministerio de Educación”.
Respecto a si la UNED cuenta con acciones de investigación e innovación en relación a la discapacidad, Tiana explica que existe un nivel razonable de trabajo y de investigación en esos campos y que tanto en la facultad de Psicología, como en la Educación, como en otras, hay gente que trabaja específicamente en este ámbito.
Además, se has referido a la colaboración con Cermi y la Fundación ONCE en materia de accesibilidad universal, de sensibilización, concienciación y formación, e inclusión laboral, todo ello concretando en actuaciones específicas.
Finalmente, sobre la sensibilización interna, Tiana asegura que durante todos los cursos hay un conjunto de acciones dirigidas al profesorado general, y otras específicas para aquéllos que tienen estudiantes con discapacidad. Además, asegura que percibe entre el profesorado de la UNED que esa sensibilidad se ha ido desarrollando.
Fuente: Solidaridad Digital